El periodista no es ajeno a la historia 

He llorado muchos casos. Igual que otros colegas me he desplomado y luego me he parado ante una cámara a informar de manera responsable como si minutos antes no hubiera dado paso a que una lluvia cristalina pero desoladora brotara de mis ojos evidenciando la tristeza y la impotencia en mi rostro. En pantalla no se nota, pero golpea. Ante ella no está permitido quebrarse, pero tras el foco, cuando se apaga la lucecita roja, y se escucha el “fuera de aire” hay alguien afectado también

by | Abr 12, 2025

by | Abr 12, 2025

El periodista no es ajeno a la historia, nunca lo será. Lo digo constantemente. En mis casi 6 años de ejercicio periodístico le he dado cobertura y he escrito tantas historias humanas, que mi mente ya, de manera vaga recuerda quizás; una cifra imprecisa que esconde por ahí en algún rincón a modo de anestesia a un olvido al que recurro como forma de protección tras culminar cualquier servicio de esta naturaleza.

He llorado muchos casos. Igual que otros colegas me he desplomado y luego me he parado ante una cámara a informar de manera responsable como si minutos antes no hubiera dado paso a que una lluvia cristalina pero desoladora brotara de mis ojos evidenciando la tristeza y la impotencia en mi rostro.  En pantalla no se nota, pero golpea. Ante ella no está permitido quebrarse, pero tras el foco, cuando se apaga la lucecita roja, y se escucha el “fuera de aire” hay alguien afectado también.

Los reporteros somos hermanos, hijos, amigos, algunos padres, esposos… somos humanos. Cuando damos cobertura a casos trágicos que involucran vidas apagadas nos impacta, lo sufrimos, nos afecta; nos marca.

En ocasiones revivimos cómo si de recrear un escenario o escena se tratase los hechos, vemos cosas que incluso no mostramos como imágenes fuerte o perturbadoras que nunca se borran. Casos que nunca se olvidan como la explosión de San Cristóbal que apagó más de 10 vidas y la que di cobertura desde el día 1, como el caso Emely Peguero o la madre que decapitó a su hija… el desplome del techo del Jet Set que aplastó más de 200 futuros, más de 200 almas llenas de vida y planes. Más de 100 personas que aunque vivas tienen traumas; y los que lograron sobrevivir que simplemente lo califican como un milagro.

Estamos en medio de todo eso. Es lo que hacemos, es lo que amamos. Pero detrás de ese profesional que se para ante una cámara a informar de manera ética hay un ser humano con emociones.

“El periodismo ante todo es humano”, dijo alguien alguna vez. Y es un ingrediente que no debe faltar en ninguna historia. Porque es el toque que te lleva a tratar cada tema en su proporción justa.

El acompañamiento emocional o psicológico a veces se hace necesario y de considerarlo no lo duden. Somos humanos. 

Más noticias

Cuando la corrupción construye y las tragedias  inauguran

Cuando la corrupción construye y las tragedias  inauguran

Aunque se han logrado avances visibles en infraestructura y desarrollo urbano, las tragedias recientes han desnudado una verdad incómoda: vivimos en un país donde se construye más rápido de lo que se regula.Y donde las tragedias son el precio de la improvisación, la falta de supervisión, la corrupción y la ausencia de fiscalización

Solidaridad

Solidaridad

Aprovechemos esta Semana Santa para reflexionar y actuar con prudencia en memoria de quienes ya no están.