El pasado 8 de abril, Santo Domingo vivió una de esas noches que quedan tatuadas en la memoria colectiva. La tragedia en la discoteca Jet Set, que segó vidas y dejó una profunda herida en el corazón de la República Dominicana, nos enfrentó a lo más doloroso de la fragilidad humana. Pero también nos mostró, con una claridad conmovedora, lo mejor de nosotros.

Mientras el humo se elevaba y el caos se apoderaba de las calles, hubo quienes no dudaron. Mujeres y hombres que, en lugar de retroceder, avanzaron. Que en lugar de rendirse, resistieron. Que, aún sin saber si saldrían con vida, decidieron entrar. Son los bomberos, rescatistas, paramédicos, médicos, enfermeras, voluntarios… los héroes silenciosos..

A ellos, hoy, debemos más que un reconocimiento. Les debemos gratitud. Les debemos memoria. Les debemos acción.
En esos momentos críticos, fueron sus manos las que sostuvieron cuerpos y calmaron corazones. Fueron sus rostros los que, empapados de sudor y polvo, se mantuvieron firmes ante el horror. Fueron sus voces las que transmitieron calma, seguridad, esperanza. Y fue su entrega —desinteresada, valerosa, profundamente humana— lo que evitó que el desastre fuera aún mayor.

En cada sirena que sonó esa noche, hubo una promesa de auxilio. En cada ambulancia que llegó, una respuesta rápida. En cada maniobra de rescate, una lucha contra el tiempo y el destino. Esa noche, y en los días posteriores, ustedes nos recordaron que el heroísmo no necesita reflectores: necesita compromiso, valentía y amor al prójimo.
Pero este agradecimiento no debe quedarse en palabras.

Necesitamos, como sociedad, construir un país que cuide a quienes nos cuidan. Que fortalezca sus equipos, que respalde su formación, que respete su vocación. Que entienda que sin ustedes, simplemente, no hay futuro posible cuando la emergencia toca nuestra puerta.

Gracias por estar. Gracias por no rendirse. Gracias por ser luz en la oscuridad.
Y a nosotros, como ciudadanos, que no se nos olvide: no hay homenaje más digno que el compromiso. Porque honrar su labor es también luchar por un país que los respalde a ustedes con la misma fuerza con la que ustedes nos salvan cada día.