Hace años leí por primera vez El Señor de los Anillos en su idioma original, en aquel entonces asumia haber entendido a profundidad la filosofía que Tolkien proyectó orgánicamente en sus obras. Ignoré por completo el reto que representan tanto la barrera del idioma como la dificultad de entender una obra sin conocer también al titán literario que escribió los libros más influyentes de la fantasía moderna para adultos.
En aquel entonces ni siquiera había leído El Hobbit, puede que esto último fuera mi más grande pecado. A mis 34 años retomo este reto ya con un dominio del inglés derivado de al menos una década enseñando y trabajando con esta lengua extranjera.
Este es el segundo artículo de una serie que busca inspirar a jóvenes a crear más y mejores historias que exploren la fantasía como género, tanto a través de la literatura tradicional como de la rama del arte que he estudiado a profundidad en los últimos 15 años: el arte secuencial.
Si es de tu interés, puedes leer el primer artículo de esta serie aquí, en este relato mi experiencia tras leer el Hobbit por primera vez.

Dejando claro mis motivaciones, es hora de entrar en materia.
El peso de la historia y el paso del tiempo
Uno de los temas más relevantes en la Comunidad del Anillo es el sentimiento de gloria en declive. Los elfos están dejando Tierra Media, las una vez magníficas cuevas de los enanos están en ruinas y la era de los humanos apenas está comenzando. Algunos dirán que esta melancolía sobrepasa los límites del libro reflejando el propio dolor de Tolkien frente a la industrialización y las guerras del siglo 20 pero esto es difícil de asegurar pues el mismo Tolkien dijo una y otra vez que no le gustaban las alegorías.

“Ojalá no hubiera sucedido en mi época”, dijo Frodo. “Yo también”, dijo Gandalf, “y también todos los que viven para ver tiempos así. Pero no les corresponde a ellos decidirlo.”
Esta conversación captura la que creo es una de las más importantes creencias de Tolkien: debemos enfrentar los males de nuestro tiempo, aunque no los hayamos elegido.
La corrupción del poder
Ya sea que hayas leído los libros, visto las galardonadas películas de Peter Jackson o, al menos, te hayas topado con uno que otro meme del Señor de los Anillos, es claro que el Anillo Único es más que un pretexto argumental, es en realidad una prueba de carácter. Cada individuo que se encuentra con este es tentado, desde Boromir hasta Galadriel. Tolkien, como veterano de la Primera Guerra Mundial, entendía cómo el poder corrompe y, al leer la Comunidad del Anillo, exploramos este tema a través de la carga de Frodo.

Contrario a las películas, donde Frodo parece ser más pasivo, el Frodo de los libros es más sabio y resiliente. En esta parte de la historia, el anillo le da vistazos del mundo invisible pero, por ahora, Frodo resiste la tentación.
La importancia de los pequeños actos de heroísmo
Los hobbits están en el corazón de las leyendas de Tolkien. No son guerreros poderosos ni reyes, sino gente ordinaria puesta en situaciones extraordinarias. Su fuerza yace en la amistad, la perseverancia y la humildad. Todas estas son cualidades que Tolkien valoraba mucho más que la fuerza bruta.

El canal de youtube Like Stories of Old relata en su video titulado The Complete Philosophy of The Lord of The Rings:
El trabajo de Tolkien eleva la idea de que el verdadero heroísmo no está en la gloria de la victoria, si no en la toma de decisiones moralmente correctas y en el sacrificio que esta elección conlleva.
Naturaleza vs industria
Tolkien detestaba la industrialización sin control y me atrevo a decir que Tierra Media refleja esto. La belleza pastoral de la Comarca (The Shire) contrasta fuertemente con la ruina en que Saruman convierte a Isengard. Otros ejemplos son Los Ents, el Bosque Viejo y Lothlórien, estos representan cómo la naturaleza se resiste ante la destrucción.

¿Por qué la filosofía de Tolkien sigue siendo relevante?
Leer la Comunidad del Anillo y el Hobbit siendo adulto ha sido una revelación. El trabajo de Tolkien va más allá de la fantasía pues termina permeando en la realidad al ser una forma de meditar sobre el coraje, la corrupción y el silencioso poder de los actos de bondad cotidianos.
Me despido para seguir leyendo Las Dos Torres, espero poder publicar un nuevo artículo seguido termine esa experiencia.