Wilson Camacho a la Dirección General de Persecución de la Procuraduría General de la República (PGR) no tomó a nadie por sorpresa. Desde la escogencia de Yeni Berenice como procuradora general, un secreto a voces, se estilaba que su acompañante sería el destacado abogado.
Camacho ocupaba la posición de director de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), lugar en que fue designada la fiscal litigante Mirna Ortiz, y que previo a Camacho lo ejercía Yeni Berenice.
De este trío en la PGR se espera mucho. El reto es “grande”, consideran algunos. Y no es para menos, partiendo de la cantidad de procesos judiciales abiertos, en los que predominan los de corrupción administrativa. El fuerte del trío.
“Que lo harán bien”, es la expectativa de casi todos. Fue una escogencia atinada es lo que opinan expertos en la materia, incluso algunos colegas ante los que llevaron casos en posiciones contrarias.