Tolkien ha tocado la vida de millones con sus obras. Por eso, puedo asegurarte que el corazón de cualquier persona que lea “El Señor de los Anillos” no quedará intacto.
Inicio el tercer artículo de esta serie retomando mi meta de inspirar a más jóvenes a crear historias que exploren la fantasía como género, tanto a través de la literatura tradicional como a través del arte secuencial.
Para lograr desarrollar mis ideas fluidamente, esta vez tomaré como referencia 5 capítulos de “Las Dos Torres”, estos capítulos servirán como el esqueleto que nos ayudará a explorar el desafío moral de Tolkien.
La Voz de Saruman
Aunque leí este libro hace años, al examinarlo más cuidadosamente, mi segunda lectura me ha hecho amarlo aún más. Entre los principales temas que me han hecho enamorarme del trabajo de Tolkien está la lucha contra la sed de poder.
Este tema es explorado a fondo en este volumen gracias a Saruman. La historía de este poderoso Ishtari se siente más como
una advertencia que como una historia de fantasía épica, y eso es excelente. El genio de Tolkien radica en su capacidad de ver lo general en lo particular y lo extraño en lo familiar. A través de Saruman, aprendemos los peligros de dejar que nuestra sed de poder nos guíe. Esto resulta especialmente poderoso cuando te das cuenta de que la mayoría de las personas no podían ver fácilmente a través de las mentiras de Saruman.
Hasta este momento, no parecemos enfrentar ningún desafío, es fácil juzgar la sed de poder desmedida de Saruman como moralmente incorrecta; paciencia, más adelante enfrentaremos un reto que hará que este juicio entre en conflicto con la lógica que usamos para condenar a Saruman.
La Puerta Negra está cerrada
“Las Dos Torres” es probablemente lo más cercano a una recompensa para todos los lectores que fueron capaces de superar los cientos de páginas que cuidadosamente describen árboles, llanuras y montañas en “La Comunidad del Anillo”. A pesar de que debes estar listo para aún más páginas de detalladas descripciones poéticas de los paisajes de Tierra Media, las recompensas de los largos viajes no son, en mi opinión, tan poco comunes como en el volumen anterior.
Entre los momentos que considero una recompensa está la mortífera amenaza que Frodo le da a Sméagol:
“En caso de necesidad, Sméagol, me pondría el Precioso; y el Precioso te dominó hace mucho tiempo. Si yo, llevándolo puesto, te ordenara algo, obedecerás, aunque fuera lanzarte desde un precipicio o arrojarte al fuego. Y ésa sería mi orden. ¡Así que ten cuidado, Sméagol!”
-Frodo Baggins
Es por momentos como este que creo que “Las Dos Torres” te golpeará más fuerte de lo que jamás has sido golpeado al experimentar la intensa acción de sus batallas y la emoción de sus a veces escalofriantes conversaciones. De todos modos, este es apenas el inicio. Ya queda claro que enfrentamos un pequeño dilema moral ¿es incorrecto que juzguemos a Saruman por satisfacer su sed de poder mientras que celebramos a Frodo cuando hace algo similar?
Saruman usaba su voz para dominar a los demás de la misma forma que Frodo pudo utilizar el Anillo Único para lograr lo mismo. De todos modos, esta no será la última parada en nuestro viaje por resolver este dilema moral.
La Ventana del Oeste
Es en este capítulo que conocemos a Faramir, hermano de Boromir. Tomando en cuenta que el hermano de Faramir murió en situaciones desconocidas para él hasta que logra capturar a Frodo y a Sam, no sería incorrecto que Faramir capturase a los Hobbits y los despoje del Anillo Único; después de todo, la posibilidad de que Sam y Frodo logren destruir el anillo es nula o baja en el mejor de los casos.
¿Estaría Faramir salvando a Tierra Media si ejerciera su poder para arrebatar el anillo a los Hobbits?
Puede que sí, pero contrario a su hermano, aún así decide no hacerlo:
“No amo la espada brillante por su filo, ni la flecha por su velocidad, ni al guerrero por su gloria. Sólo amo aquello que ellos defienden.”
-Faramir
Faramir tomó la oportunidad para demostrar su valía y nos demostró que la sangre de Númenor sigue fluyendo a través de las venas de los hombres de Gondor. De todos modos, el ejemplo de Faramir no redime las acciones de Frodo, ¿podemos justificar el abuso de poder siempre y cuando sea en busca de un bien mayor?
La Piscina Prohibida
Concluimos la exploración del capítulo anterior con una pregunta difícil, lo peor es que responder se hará aún más difícil a medida que examinamos cómo se sigue desarrollando la relación entre Frodo y Sméagol.
La relación amo–sirviente entre Frodo y Sméagol es algo miserable. Frodo claramente lo está explotando, mientras que Sméagol evidentemente está tramando una traición.
Podrías inclinarte a decir que Frodo lo hace por un bien mayor, pero aún así debes admitir que es incómodo presenciar una dinámica de poder así.
Si comparamos el libro con las películas, me gusta más cómo todos son plenamente conscientes del riesgo que implica confiar en Sméagol en el libro. De todos modos, llegamos a la cima del dilema moral, ¿es correcto participar en una mentira colectiva siempre y cuando esta sea por lograr el bien común?
Tolkien es famoso por favorecer las victorias morales en vez de las físicas, es por esto que parece contradictorio engañar a quien lo engaña, pero ¿qué alternativa tenía Frodo?
Las escaleras de Cirith Ungol
Con limitadas opciones, Frodo se vio obligado a confiar en Sméagol, el voraz adversario de su tío en el libro que exploramos en el primer artículo de esta serie. Habrán veces en que nos veremos obligados a cruzar líneas que pensamos jamás cruzar pero creo que Tolkien nos invita a poner los pies en la tierra a la vez que nos muestra la importancia de tener fe.
Frodo y Sam siguieron adelante a pesar de las trampas de Sméagol, a pesar de que pagaron un precio terrible, a pesar de que jamás volverán a ser los mismos pero…
Las cosas valientes en los cuentos y canciones antiguas, señor Frodo: aventuras, como solía llamarlas. Solía pensar que eran cosas que la gente maravillosa de las historias salía a buscar, porque las deseaban, porque eran emocionantes y la vida era un poco aburrida, una especie de deporte, como diría. Pero no es así con los cuentos que realmente importaban, o los que permanecen en la mente. La gente parece haber caído en ellos, normalmente, sus caminos estaban trazados de esa manera, como usted lo expresó. Pero supongo que tuvieron muchas oportunidades, como nosotros, de dar marcha atrás, solo que no lo hicieron. Y si lo hubieran hecho, no lo sabríamos, porque habrían sido olvidados.
Samwise Gamgee
La vida se trata de enfrentar constantes dilemas morales, lamentablemente no siempre tendremos la respuesta para todas las preguntas que nos presenta la vida. Hay momentos en los que desafíos morales, como el de Tolkien en este artículo, nos obligan a sacrificarnos por el bien común; quizás podamos tomar prestado de la filosofía utilitaria para poder justificar las acciones que terminarán salvando a Tierra Media en “El Retorno del Rey”:
“La persona benevolente que planea en nombre del mundo es así… Si el mundo es pobre, se compromete a enriquecerlo; si la gente es poca, se compromete a aumentar su número; si la multitud está en desorden, se compromete a ordenarla. Cuando se encuentra en estas situaciones, ciertamente hay casos en los que su fuerza es insuficiente, sus recursos se agotan o su conocimiento es insuficiente, y entonces desiste. En ningún caso se atrevería a escatimar esfuerzos, ocultar algún plan o retener algún beneficio sin perseguirlos en nombre del bien común”.
Sin importar lo sombrío que fue el capítulo final de “Las Dos Torres”, la esperanza permanece en el horizonte y confío en que esta te inspirará no solo a leer “El Retorno del Rey” sino también a vivir tu vida plenamente mientras enfrentas valientemente los males del mundo real.
