Por: Edgar Raffa
Que la primera visita del flamante secretario de los Estados Unidos, Marco Rubio, sea hacia Centroamérica no es casual, pues es evidente que la nación norteamericana busca con ello dar una demostración de fuerza ante la inmigración irregular de los países que componen esta subregión hacia la nación norteamericana y que se vea que su influencia en la zona, en materia comercial, es la vía y no el acercamiento a China.
Este jueves, el jefe de la diplomacia estadounidense se reúne con el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, para tratar temas concernientes a la situación de la migración irregular de haitianos hacia ese país y fortalecer lazos de cooperación.
Previamente, Rubio ha visitado El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Panamá, el último país mencionado ha sido una de sus vistas clave, pues la administración Trump ha planteado que el Canal de Panamá, debería ser administrado nuevamente por Estados Unidos. Al inicio de este planteamiento, muchas se hacían la pregunta de qué buscaba Trump con esta propuesta, pues el principal objetivo es mermar la influencia comercial de China en la región de las Américas.
En este viaje, el canciller estadounidense de origen hispano ha dejado de manera clara una cosa: que puede ser descendiente de latinos, pero que su trabajo es defender los intereses de la primera potencia del mundo.
