Médar de la Cruz, un ilustrador y periodista gráfico de origen dominicano nacido en Miami, Florida, ha dejado una marca inesperada en el mundo del periodismo gráfico, ganando el prestigioso premio Pulitzer por el artículo autobiográfico titulado ”The Diary of a Rikers Island Library Worker” publicado por The New Yorker. Recientemente, tuve el privilegio de entrevistarlo y sumergirme en su fascinante viaje creativo.
No todos los que andan sin rumbo están perdidos
Desde sus humildes comienzos en California, donde estudió Ilustración, Médar supo desde el principio que su verdadero llamado estaba en el mundo de los cómics. “No me gradué con un portafolio que se dirigiera en ninguna dirección”, confiesa. “Ya estaba haciendo cómics, así que vine a Nueva York porque aquí es donde la gente persigue una carrera en ilustración editorial. Mi hermana vivía en Queens, no sabía que iba a quedarme”.
La carrera de Médar ha sido un viaje sin un plan definido, una sucesión de oportunidades y momentos que han moldeado su arte y su enfoque periodístico. Su obra autobiográfica, como él mismo describe, se nutre de experiencias personales y de su visión única del mundo que lo rodea.
Grandes inspiraciones son el origen de grandes artistas
Cuando le pregunté sobre sus inspiraciones, Médar no dudó en mencionar a figuras como Joe Sacco, cuyo enfoque en el periodismo a través de un lente autobiográfico ha sido una influencia fundamental. También menciona a los hermanos Hernández, Jaime y Gilberto, creadores de Love & Rockets, a quienes considera los mejores dibujantes vivos.
Actualmente, Médar está inmerso en proyectos que continúan explorando el género autobiográfico. “Quiero seguir trabajando en historias que se construyan sobre la base del artículo ganador del Pulitzer”, afirma. Sin embargo, reconoce que el proceso de verificación de hechos realizado por The New Yorker lleva tiempo y agradece la libertad creativa que le brinda el trabajar a su propio ritmo.
Defensor de la libertad artística
En cuanto a posibles colaboraciones, Médar confiesa estar obsesionado con su libertad creativa. “Hago cómics para expresarme”, dice. “No quiero que mi libertad me sea arrebatada”. Para él, la libertad de contar sus propias historias es primordial. De todos modos, Médar no descarta la posibilidad de colaborar con otras leyendas del arte secuencial dominicano en el futuro.
La entrevista con Médar de la Cruz revela a un artista apasionado y comprometido con su arte, decidido a seguir explorando las profundidades del periodismo gráfico con un enfoque único y personal. Creo que su obra continuará resonando con audiencias de todo el mundo, pero mis esperanzas se dirigen a que inspiré a más artistas secuenciales dominicanos a dirigir sus esfuerzos hacia la creación de más trabajos autobiográficos.
Puedes conocer más sobre el trabajo de Médar en su página web o siguiendolo en instagram como @mdlcomics.