Ser seguidor del rock and roll se ha visto en el foco del prejuicio desde su concepción, un género musical que se asocia a la expresión moral, a la libertad y hasta a la rebeldía. Un estilo de música inspirado y gestado en la fusión de otros como el folk y el blues. Con distintas derivaciones de acordes que quizás muchos no asimilan, desde el punk, progresivo, metal, heavy metal, indie, hard, gótico, metal melódico, black metal, death metal, glam rock, rock alternativo y muchos más, este tipo de música ha sido imán de las discriminaciones.
Tal es el caso de los fanáticos del rock de la República Dominicana, quienes no han contado con el apoyo necesario para poder impulsar el género y hacerlo parte del repertorio de “me gusta” de las listas de reproducción.
En mis redes sociales comenté que para que las nuevas propuestas musicales se proyectaran más y mejor, necesitan de público que apoye de manera constante, eso no solo aplica para la República Dominicana, es algo global, sin fanáticos no hay artista “famoso”.
Ahora con el auge de los medios digitales es más fácil apoyar las cosas que nos gustan y enterarnos de los eventos. Seguir a los artistas en las redes sociales, compartir una publicación de Instagram o Facebook, escuchar un nuevo sencillo en Spotify o Youtube, comprar un ticket de concierto online, ver un concierto mediante streaming y, un sinnúmero de experiencias.
Gracias al internet, que ha democratizado la distribución musical, ya los fanáticos eligen libremente qué escuchar sin estar atados al poder que tenían las disqueras para promover a los artistas.
Recientemente, la banda dominicana Genocide, apuntada hacia el género Blackened Death Metal, lanzó su tercer sencillo “False Prophet”, donde se habla de los falsos profetas que usan el mensaje religioso para engañar a las personas, envolviéndolos en miedos y manipulaciones. El sencillo pertenece al álbum Hidden Prophecies (disponible en Spotify y Youtube).
Para seguir demostrando que el metal extremo dominicano se sigue posicionando tanto a nivel local como internacional, Genocide marcó un hito con su primer debut en Colombia, donde participaron en el tour The Prophecies 2024, junto a otros grupos sudamericanos y norteamericanos. La gira inició en Paipa (Boyacá), seguido de Bucaramanga (Santander) y culminando en Bogotá (Cundinamarca), una travesía que dirige a la banda al éxito y abre las puertas a poder pisar otros escenarios a futuro. Contando, claro está, con el soporte del público local.
Los integrantes de Genocide, Joel Jiménez Reyes (vocal), Melvin Holguín (guitarra), Anthony Caraballo (guitarra), Júnior Alberto (bajo) y Gian Carlos Ravelo (batería), fueron recibidos con mucho entusiasmo por el público colombiano, quienes calificaron la actuación y desenvolvimiento de los dominicanos como “inolvidable”.
Sin duda alguna, Genocide, desde el metal extremo, es una representación de la perseverancia, el esfuerzo y el deseo de poner en alto un género musical distinto al que se está acostumbrado en algunos países de Latinoamérica y El Caribe.
Es preponderante que se siga apoyando el rock dominicano en todas sus vertientes, que la gente asista a los eventos de forma genuina y masiva, que utilice los canales de comunicación digital para ser multiplicadores de la música dominicana, de cada puesta en escena, de cada propuesta musical que surja. Que levanten sus manos ante el poder de las buenas composiciones, del talento que emerge cada día entre acordes y sacrificios.
No importa el género, apoyar es el paso número uno. Hacerlo de forma continua y disciplinada, sería el segundo. Ya sea opera, merengue, bachata, rap, hip-hop, metal, punk; pelota, carros, fútbol, volibol, artes marciales; teatro, pintura, cine, literatura… Apoyemos, seamos consumidores activos y críticos constructivos.
En RD hay talento, siempre lo hemos sabido. Que nuestros aplausos y admiración sean el sostén para cada uno de los músicos que se entregan en los estudios y escenarios.
Compartan su música, reproduzcan sus canciones, asistan a los conciertos como puedan, visiten sus páginas, interactúen, sin ser de los internautas que embarran al talento (“el dominicano es el primero que sabotea a su compatriota”) y, sobre todo, dense la oportunidad de ver más allá de un prejuicio, más allá de un género musical, vean la capacidad y la entrega.
Mis felicitaciones a Genocide, por luchar por cambiar el panorama, romper estereotipos y fajarse por sus propósitos. Trabajar en los sueños es lo más importante para hacerlos realidad.
Les invito a seguir cuentas de Instagram que promueven la música rock en RD: Disco Lai, Rock Local Radio, Cultura Rockera, Damas del Metal, Rock Aplatanao, donde podrán enterarse nuevos estrenos, conciertos y venta de mercancía de la escena dominicana.